En el marco de una sucesión, los herederos tienen la carga de presentar la declaración de sucesión dentro de los 12 meses posteriores a la muerte del de cuius.
La Agencia Tributaria calcula, sobre la base de los bienes declarados, el impuesto de sucesiones que se aplica con diferentes tipos en relación con el grado de parentesco de sucesión con el difunto.
Sin embargo, hay plazos específicos de caducidad y prescripción que la Agencia Tributaria debe respetar.
El aviso de liquidación del impuesto de sucesiones debe ser notificado por la Agencia Tributaria en un plazo de 3 años a partir de la fecha de presentación de la declaración de sucesión bajo pena de caducidad.
Por lo tanto, si la Agencia Tributaria no notifica dentro de los tres años, caduca cualquier solicitud de impuestos.
Si se notifica dentro de los tres años, a partir de la fecha de notificación comenzará a contar el plazo de prescripción de 10 años dentro del cual la Administración Financiera deberá notificar al contribuyente la carpeta de pago.
Por lo tanto, si la Agencia Tributaria no respeta los plazos de caducidad o prescripción que acabamos de examinar, el derecho a reclamar el tributo se extingue y podemos imaginar que los serederos no se arrepentirán mucho de ello.
Milán, 21 de enero de 2021.
Avv. Giovanni Babino
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