¿Quién se acuerda que la Convención de Washington estableció el testamento internacional?
Con el fin de facilitar la planificación de la sucesión internacional, protegiéndola de obstáculos y complicaciones legislativas de cualquier tipo, en 1973 se estipuló la Convención de Washingtonsobre la adopción de normas uniformes en materia testamentaria, que estableció el testamento internacional.
Italia ratificó el Convenio de Washington con la ley núm. 387 del 29 noviembre 1990, permitiendo la publicación del testamento internacional en el territorio nacional aplicando las mismas formalidades previstas en el artículo 620 del Código Civil.
El testamento internacional puede ser redactado por un extranjero en territorio italiano, o por un ciudadano italiano en un país extranjero que haya ratificado el mencionado Convenio.
El Anexo de la Convención establece requisitos formales, cuyo cumplimiento asegura la validez del testamento internacional, independientemente del lugar donde fue redactado, la situación de los bienes, la nacionalidad, residencia o domicilio del testador.
El testamento deberá redactarse por escrito, en cualquier idioma, y el testador deberá declarar en presencia de dos testigos que el acto en cuestión contiene sus últimos deseos; también es necesario firmarlo por el testador, los testigos y la persona calificada de acuerdo con la ley de cada uno de los Estados Contratantes.
Varios Estados adhirieron la Convención (desde el principio o a lo largo del tiempo) entre los cuales: Italia, Bélgica, Francia, Canadá, Portugal, Australia, Chipre y Eslovenia.
Los Estados Unidos de América, Rusia y el Reino Unido también son países signatarios de la Convención, aunque aún no la han ratificado (sin embargo, en virtud de la Convención de La Haya de 1961, un documento emitido en uno de los países signatarios puede ser certificado para fines legales en todos los demás Estados signatarios).
En conclusión, el testamento internacional es otra herramienta a considerar en la planificación patrimonial.
Milano, 18 Junio 2021
